En nuestro recorrido por la zona norte de Burgos nos encontramos con Frías, la ciudad más pequeña de España, con 32 km cuadrados y una población de 284 habitantes, incluyendo las pedanías de Tobera y Quintanaseca.
De origen medieval, se constituyó
como enclave estratégico sobre el cerro de La Muela, junto al ancho y caudaloso río Ebro uniendo la costa
cantábrica y la meseta, dando lugar a la notable prosperidad de la ciudad y de
su conjunto monumental.
El núcleo urbano medieval de la
ciudad está declarado Conjunto Histórico Artístico y mantiene su estructura
urbana y las particularidades constructivas entre las que destacan el precioso
Puente Medieval, el Castillo de los Velasco, coronando la ciudad y la Iglesia
de San Vicente.
Puente Medieval
Uno de los más valiosos monumentos
de la ciudad de Frías es su puente sobre el río Ebro, de origen romano y por el
que transcurría la calzada romana, una vía de comunicación muy importante para
el comercio entre la Meseta y la costa Cantábrica.
Tiene 143 metros de longitud y en
el siglo XIV fue modificado casi por completo y se le dotó de una torre defensiva en la parte central.
Si vais de camino a la ciudad de
Frías este precioso puente medieval es parada obligada; además junto al mismo
hay una pequeña zona de juegos para los más pequeños y una extensa pradera
junto al río con varias mesas.
Castillo de los Duques de Frías
Castillo de los Duques de Frías
Ya desde la carretera se puede
ver, en lo alto, la preciosa ciudad de Frías y su peculiar Castillo, elevado
sobre ella y coronando el Cerro de la Muela, el cual se puede ver desde casi cualquier
punto de la ciudad y que hace de Frías un lugar mágico, una ciudad de cuento.
El Castillo de la ciudad de
Frías, oficialmente Castillo de los Duques de Frías y conocido también como
Castillo de los Velasco, está considerado como uno de los castillos roqueros
más espectaculares de Castilla.
La primera mención de la
fortaleza de Frías data del año 867 como fortaleza defensiva en un punto de
alto valor estratégico en la lucha contra los musulmanes. Posteriormente su
estructura se modificó en varias ocasiones cuyo conjunto actual está conformado
por una mezcla de construcciones de los siglos XII, XIII, XV y XVI.
Su función militar cesó tras la
Guerra de Independencia. A partir de 1920 se destinó a lugar de esparcimiento
de la población, en su patio de armas se realizaban diferentes juegos populares
y eventos deportivos.
Actualmente y tras ser restaurado,
es uno de los elementos principales de la oferta turística y cultural de la
ciudad de Frías. Aquí podéis consultar el precio y los horarios de visita.
Para acceder al castillo hay que
cruzar el pequeño puente levadizo de madera y atravesar el portal de una torre.
La entrada, flanqueada por varias saeteras (ventanas largas y estrechas por las
que se disparaban flechas) era el único punto débil, por eso, además del doble
muro se excavó un foso en la roca que, en caso de peligro, se llenaba de agua.
Una de las zonas más destacadas
del castillo, además del amplio patio de armas y la torre del reloj, es la
Torre del Homenaje desde la cual se puede contemplar el pueblo de Frías y desde
donde podremos tener una bonita panorámica del Valle de Tobalina.
Iglesia de San Vicente
Es la iglesia que más resalta de la
ciudad. Está ubicada en la plaza del Cardenal Benlloch, en un extremo del
cortado rocoso; de su primitiva construcción románica sólo quedan algunos
restos, ya que tras la caída de su torre en 1904 se levantó una nueva.
Entre los siglos XIV y XVI se
añadieron dos capillas a la nave principal, la del Santo Cristo de las
Tentaciones y la de la Visitación. En el interior de la Iglesia se pueden
admirar retablos, altares, sepulcros, pinturas, así como una amplia colección
de imaginería religiosa.
Casas Colgadas
Adentrándonos entre las casas de
la ciudad nos encontramos con las llamadas casas colgadas de Frías.
Estas casas, de toba y madera,
han aprovechado el reducido espacio que le brinda “La Muela”, gran roca sobre
la que se asienta la parte alta de la Ciudad, de tal manera que están
construidas en los mismos extremos de la roca, pareciendo que forman parte del
precipicio.
Sin duda, la pequeña Ciudad de
Frías, considerada una de las más bonitas de España, es visita obligada si estás
pasando unos días en Burgos, merece la pena perderse por sus callejuelas
empinadas y contemplar las increíbles vistas desde su Castillo.
¡Buen Viaje! europa españa Castilla y León Leon
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